jueves, 21 de octubre de 2010

LA PEREZA DEL SUEÑO








LA PEREZA DEL SUEÑO

Con las vivencias de ayer y la nostalgia de hoy,
cuántas horas en vela esperan las madrugadas.

Qué cansancio nos asedia
cuando llegamos tan lejos,
hasta el sedante más sutil
se niega a vencer al sueño
y así, escoltando estrellas,
se van las horas despiertos.

Que las noches se hacen largas
después de tantos inviernos
y en ensayos de canciones
arrugadas por el tiempo,
poco a poco nos dormimos
como los niños pequeños.

Con los sueños de colores
vamos hilvanando versos,
nos extasían mariposas
del oasis más despierto.
¡Que son bellos pocos años,
si a la vez felices fueron!

Que galopando en la noche
por las sendas del silencio
que dejan siempre los años,
nos surgen viejos recuerdos
y campanas del pasado
nos tocan dentro, muy dentro.

Y así, batimos la noche
y a la indolencia del sueño,
apagando nubarrones
tan lóbregos del momento.
“Siempre el ayer fue más claro,
por ser ayer. . . nos creemos”

¡Ay! de los parques perdidos.
¡Ay! del ayer sin regreso.
¡Ay! de aquello que no vuelve. . .
Cuánta añoranza tenemos.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-





RECORDANDO




RECORDANDO

La quise con locura, era un sol de primavera para mí,
el amor me colmaba y bendije la hora en que nací.

Hoy la he visto pasar,
estaba de verdad muy demacrada
de sus vivaces ojos
no brillaba la luz de su mirada.

De aquel brillo encantador
de una dulce tristeza se llenaba,
no quedaba ni sombra
de aquella que el poema me inspiraba.

Hoy la he visto pasar
y de melancolía se llenaba,
nos miramos los dos
y el recuerdo de dolor nos embargaba.

Hoy la he visto pasar
y un trozo de mi alma me lloraba.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-



jueves, 14 de octubre de 2010

QUE HA MUERTO





QUE HA MUERTO

Que ha muerto la poesía,
en hombros la llevan ya,
cuatro versos del soneto
el arte van a enterrar.

Estrofas de mil colores
la quieren acompañar,
tercetos y seguidillas
no cesan de suspirar:
arte grande, arte chico,
llevan su herida mortal.

La métrica está dormida,
la rima padece igual,
dolencias sienten las dos
que nadie las quiere usar:
acordes y consonancias
en un desuso total.

Vista la musa de negro,
lo armonioso yerto está,
puñales de filos nuevos
le cortaron su rimar
y en una sombra de olvido
duerme ya sin despertar.

Que lloren, luna y luceros,
el cielo de luto está,
los campos, las rosaledas,
los misterios de la mar;
que al duendecillo de coplas
se le quebró su cantar.

Poetas y trovadores
llevan dolor de pesar,
entre romances de angustias
tristes y soñando van;
fijas llevan sus miradas
y dolor de eternidad.

Que murió la poesía,
sediento quedó el rosal,
las rosas ya marchitadas
el último adiós le dan.

Que los versos de un soneto
en hombros la llevan ya.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-


martes, 12 de octubre de 2010

ME DUERMO




ME DUERMO

Cuanta nostalgia, / cuanto pasado
nos vuelve niños / cuando soñamos.

Me quedo medio dormido
y un vaivén de parpadeos
me van cerrando los ojos
como a los niños pequeños.

Qué pereza tengo encima
después de tanto ajetreo,
me florecen primaveras
de un ayer dichoso y tierno.

Qué sin sabor tiene todo
cuando todo son recuerdos
y sólo queda un pasado
en manos del pensamiento.

Otra vez me vuelvo niño
ausente de cuna y besos,
sin nanas para dormirme
como en mis primeros tiempos,
cuando el ángel de la guarda
me abrigaba en su silencio
custodiando con ternura
mi cándido y dulce sueño.

Abro sin poder los ojos
y me abrigo en el silencio
y unas canciones remotas
me llegan lejos, muy lejos,

como un suspiro de amor
en la nostalgia del viento. . .
y otra vez vuelve mi ayer
y poco a poco me duermo.

Me duermo como los niños
en el moisés del recuerdo,
cansado de bregar mucho. . .
¡roto ya . . .! ¡con mucho sueño!

.oOo.

-Manuel Cornejo González-



.oOo.

NO SOY VIEJO POR LA EDAD




NO SOY VIEJO POR LA EDAD

Décima.

Sufrí muchos desengaños
y estos me marcaron más,
que la vejez por los años.
.oOo.

No soy viejo por la edad,
sino por lo que he vivido,
todo el dolor me ha seguido
y mi bien fue adversidad.
De tanta infelicidad
mi vejez es prematura,
de excesiva desventura,
que siendo joven, soy viejo
y en mi semblante reflejo,
mi ruda cruz, de amargura.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-




viernes, 8 de octubre de 2010

LA SUERTE DE SER MUERTO






LA SUERTE DE SER MUERTO

El muerto iba en la caja,
no se si contento o triste
pues de nada se quejaba.

Es la suerte de estar muerto,
que no se duele de nada,
en cambio yo por ser vivo
hasta me dolía el alma.

Que vaya dolor de muelas
que tras el muerto llevaba.
¡Vamos, que hasta tuve envidia,
del muerto que iba en la caja!

.oOo.

.Manuel Cornejo González-