sábado, 12 de marzo de 2011

QUE SOLO QUEDÓ EL HOGAR







QUE SOLO QUEDÓ EL HOGAR

Los crías, te desvives por ellos
y al fin dejan el nido que se dehace al poco tiempo.

Ausente quedó el hogar,
por todas partes vacíos,
poco a poco nos quedamos
desnudos y sin abrigo,
sólo el silencio transcurre
por nuestra senda de frío.

Cuando más falta nos hace
se ha deshecho nuestro nido,
todo el oro de las tardes
se lo han llevado los hijos
y el albor de la alegría
nos ha dejado sin brillo.

Ya le llegó el deterioro
aquel hogar tan sencillo
amasado con sudores
y de sueños bendecidos,
donde la paz y el repeto
fue pan de nuestro cariño.

Al final de nuestra vida,
después de un largo camino,
cuando los dolores muerde
con la vejez dando gritos,
nos quedamos solos, solos,
como abandonados niños.

Recordando se va el tiempo,
de vez en vez, un suspiro
que se pierde en la distancia
sin repuesta en su gemido:
tan sólo el dolor contesta
con el silencio maldito.

Nuestro hogar se derrumbó
y nada ya es lo mismo.
¡Ay! el dolor que nos queda. . .,
cuando se nos van los hijos!

.oOo.

-Manuel Cornejo González-




TÚ, YO Y NUESTRAS PENAS






TÚ,YO Y NUESTRAS PENAS

No existen luna ni estrellas,/el cielo ya no es azul
ni son las noches tan bellas.

Ya traspasamos la vida, todo en nosotros se aleja,
que no son las mismas cosas las que ahora nos rodean.

Huellas víctimas de ayer fueron nuestra recompensa,
y sólo un cuerpo ulcerado de aquel pasado nos queda,
sin luz quedó nuestro hogar, triste se muestra la senda
que pisamos solitarios, con nuestro retiro a cuestas.

Todo se fue deformando apenas sin darnos cuenta,
se nos fueron los otoños y también las primaveras.

Y así quedamos los dos.
Tú y yo. . . ¡y nuestras penas!

.oOo.

-Manuel Cornejo González-