martes, 12 de octubre de 2010

ME DUERMO




ME DUERMO

Cuanta nostalgia, / cuanto pasado
nos vuelve niños / cuando soñamos.

Me quedo medio dormido
y un vaivén de parpadeos
me van cerrando los ojos
como a los niños pequeños.

Qué pereza tengo encima
después de tanto ajetreo,
me florecen primaveras
de un ayer dichoso y tierno.

Qué sin sabor tiene todo
cuando todo son recuerdos
y sólo queda un pasado
en manos del pensamiento.

Otra vez me vuelvo niño
ausente de cuna y besos,
sin nanas para dormirme
como en mis primeros tiempos,
cuando el ángel de la guarda
me abrigaba en su silencio
custodiando con ternura
mi cándido y dulce sueño.

Abro sin poder los ojos
y me abrigo en el silencio
y unas canciones remotas
me llegan lejos, muy lejos,

como un suspiro de amor
en la nostalgia del viento. . .
y otra vez vuelve mi ayer
y poco a poco me duermo.

Me duermo como los niños
en el moisés del recuerdo,
cansado de bregar mucho. . .
¡roto ya . . .! ¡con mucho sueño!

.oOo.

-Manuel Cornejo González-



.oOo.

NO SOY VIEJO POR LA EDAD




NO SOY VIEJO POR LA EDAD

Décima.

Sufrí muchos desengaños
y estos me marcaron más,
que la vejez por los años.
.oOo.

No soy viejo por la edad,
sino por lo que he vivido,
todo el dolor me ha seguido
y mi bien fue adversidad.
De tanta infelicidad
mi vejez es prematura,
de excesiva desventura,
que siendo joven, soy viejo
y en mi semblante reflejo,
mi ruda cruz, de amargura.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-