martes, 2 de noviembre de 2010

MI ÚLTIMO MOMENTO





MI ÚLTIMO MOMENTO

Versos libres rimados.

Cual será el último poema de mi vida,
el último verso de reproche o de alabanza,
a quien le daré mi último abrazo, mi último adiós,
como será el terminar de mi última mañana.

Cual será mi última primavera,
cual será mi última flor del jardín cortada,
cual será mi último beso
dado con amor en los labios o en la cara.

A quien lesionará mi última ofensa,
a quien el último lanzazo de mi lanza,
para quien querré la fatalidad, incluso la muerte por envidia;
a quien mi última injuria más villana.

Cual será la última mano que estreche con cariño,
el último abrazo obligado que reciba de desgana,
quien será el último amigo que se pierda
antes de perderme yo de madrugada.

Cual será el último rayo de sol que me despierte
¿Será si es invierno como un viejo tronco agónico que se apaga?
¿si es verano, será el fulgor que elimine el velo
a la leve luz de la alborada?

Cual será mi última noche de lluvia,
cuando el último trino del ave en la enramada,
cual será la ultima Navidad, otro Año Nuevo,
cuando verán mis ojos la última nieve, blanqueando las acacias.

Cual será mi último recuerdo,
cual será mi última dolorosa lagrima,
quien escuchará mis últimos sollozos,
cuando se irá conmigo la vida, la luz y la esperanza.

¡Como será mi última noche!
¿Será una noche fría por las nubes enlutada?
¿Quien calentará mi último tiritar de frío?
¿y que luna acariciará la lividez de mi cara?

Quien me dará el último mensaje, el postrero adiós,
y quien la última noticia más llamativa, más grata,
quien el último poema que hable del amor
al compás del tañido soñador de una guitarra.

Quien me dirá el último verbo o adjetivo más bonito,
cual será mi último sueño que me duerma de nostalgia,
cual mi día más feliz al despertarme,
cual mi noche más azul, mas despejada.

Para quien serán mis últimas palabras de perdón,
cual mi arrepentimiento por mis conjeturas malvadas;
si en mis últimos momentos mi indulgencia olvido
perdón imploro aquí con las fuerzas de mi alma.

Cuando nunca más veré a la aurora, el último lucero,
cual será el último objeto que vean mis miradas,
cual será la causa de mi último dolor, de mi última pena
que nutrieron tanto tiempo mis desgracias.

Cuando daré mi último suspiro. . .
cuando quedarán mis poemas sin palabras.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-









Y NOS CREEMOS QUE SOMOS






Y NOS CREEMOS QUE SOMOS

De que tanto presumir / si nada en la vida vale,
hasta los ríos grandiosos / son cautivos de los mares.

La tarde ya parpadea
y se le cierran los ojos,
también se cierran los míos
de cansancio, poco a poco.

Que son muchas primaveras,
que son muchos los otoños,
que fueron muchas auroras
felices y de sollozos.

La vida se desvanece,
lo amargo y lo delicioso,
que todo, el maldito tiempo,
lo va convirtiendo en polvo.

Queremos ser sin ser nada
y nos creemos que somos
y en una puesta de sol
lo inmóvil queda en nosotros.

Somos suspiros perdidos,
somos de existencia un soplo,
un gemido vive el cuerpo
y nos creemos que somos.

El ocaso parpadea
y se arropa en su reposo,
yo me cobijo en mis sueños
y me duermo poco a poco.

Por eso como la tarde,
se van cerrando mis ojos.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-