martes, 30 de noviembre de 2010

POR TI





POR TI

Tus veinte años floridos,
tus mejillas de azucena,
tus dos claveles por labios
tu boca de savia nueva,
esconden todo el embrujo
de un canto de primavera.

Por ti me salen mis versos,
por ti mis canciones suenan,
toda mi dicha es por ti,
por ti vive mi existencia
con un dulzor infinito
vivo la vida a tu vera.

Por ti niña, fue por ti,
por ti: me hice poeta.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-







EN TAN SÓLO UN MOMENTO




EN TAN SÓLO UN MOMENTO

Tan sólo hace un momento
escuchaba de mi madre
la nana para mi sueño.

Tan sólo hace un momento
tenía intacta mi inocencia
y frágil mi sentimiento.

Tan sólo hace un instante
soñaba dicha en mis sueños
y mi loca juventud
retaba duro a los duelos.

Tan sólo hace un segundo
no pensaba como pienso,
pero tan sólo en un soplo
llegué demasiado lejos.

Y en un suspiro tan sólo,
me ha cambiado alma y cuerpo.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-






ECHO DE MENOS MI PUEBLO






ECHO DE MENOS MI PUEBLO


Hecho de menos mi pueblo,
mis amigos mi familia,
el toque de sus campanas
de su iglesia pequeñita
donde hace mucho tiempo
rezaba y escuchaba misa.

Donde al pasar de sus gentes
te daban los “buenos días”,
“buenas tardes”, “buenas noche”
con una clara sonrisa
ese adiós de los vecinos
que apenas ya si respira.

Hecho de menos mi hogar,
mi tierra, mi Andalucía,
mi infancia hoy en la sombra
y aquella vida sencilla.

.oOo.

-Manuel Cornejo González


-

ENTRE RISA Y LLANTO






ENTRE RISA Y LLANTO

Feliz el que ríe
y triste el que llora,
entre risa y llanto
se nos van las horas.

Se nos van las horas,
muere la energía,
entre risa y llanto
se nos van los días.

Se nos van los días,
el cuerpo impotente,
entre risa y llanto
se nos va la mente.

Se nos va la mente,
entre furia o calma,
entre risa y llanto
se disipa el alma.

Se disipa el alma
por el tiempo herida,
entre risa y llanto
se nos va la vida.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-




domingo, 28 de noviembre de 2010

LAS ALPARGATAS






LAS ALPARGATAS

Existen cosas muy buenas,
un ejemplo: la alpargata.
Cuántos dolores nos quitan
si nuestros pies se nos cansan.

Es humilde y muy sencilla
y de precio bien barata,
que por eso es tan prudente
tan honestita y callada.

Los zapatos le presumen
y ella la pobre se calla,
es del cuento cenicienta
y de sus dueños la esclava.

De presumir sabe poco,
de fiestas no sabe nada,
nunca gozó de buen ver
y a menudo va de chancla.

Algunas veces sonríe
cuando sus dueñas se enfadan,
y ve que vuelan zapatos
maldecidos por sus amas.

“Tengo los pies hechos polvo
y vejigas en las plantas,
de estos malditos zapatos
que me destrozan el alma "

¡Rápido mis zapatillas!
-que también así se llaman-
de dolor voy a reventar:
mis dedos son puras ascuas.

"Qué bendición de babuchas,
¡bendita mis alpargatas!
pero claro, no me visten
si quiero ponerme guapa"

Así es su penosa vida,
por el mundo siempre a rastra,
si no se ponen, se esconden
en el rincón de la casa.

Una obrera de la tierra
y de dueños mal pagada.
¡Vamos que es la cenicienta,
por lo mal que se la trata!

En este mundo se vive
queriendo ser, sin ser nada,
presumiendo de zapatos
y olvidando la alpargata.

Al que nos presta favores
le devolvemos la espalda
y al que nos agria la vida
le besamos las pisadas.

Como un circo rueda el mundo
entre fantasías vanas,
así somos los humanos
arrogantes sin ser nada.

Míseros y presuntuosos
y verdaderos fantasmas,
unos pobres desgraciados
es la condición humana,
presumiendo de zapatos
llevando sólo alpargatas.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-





martes, 23 de noviembre de 2010

IGRESO EN EL HOSPITAL





IGRESO EN EL HOSPITAL

Le tengo mucho respeto
ingresar en el hospital,
muchos hay que ingresaron
y no volvieron jamás.

Derechos al Cementerio
se fueron sin rechistar.

Que el hospital no lo quiero,
que tiene mucho contacto
con el reino de los muertos.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-









EN LA NADA





EN LA NADA

Estaba bien donde estaba
antes de estar donde estoy,
cuando vivía en la nada. . .

Si bien no me divertía
de hastío no me llenaba,
y todo así era igual
y de nada me enteraba.

Para que tener salud
si no había enfermedad,
nada de infierno ni gloria,
nada de guerra ni paz.

Lejos del dolor quedaba,
porque no tiene cobijo
donde la existencia falta,
ni el llanto, ni la sonrisa
de su calma despertaban.

Todo reposo y silencio
y lo inactivo callaba,
hoy gritos desesperados
aquella quietud reclaman
y maldicen la existencia
vivaz de dolor y lágrimas.

Que mal se vive despierto. . .
que bien se vive en la nada.

.oOo.

-Manuel Cornejo González



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lunes, 22 de noviembre de 2010

LA SENCILLEZ






LA SENCILLEZ
soneto

Fue sencillo el hogar de mi latir
y modesto el moisés donde soñé,
humildes los pañales que llevé
y limpia mi manera de vivir.

Mis versos manifiestan mi sentir,
comunes los estilos que busqué,
derechos los caminos que pisé
y expresivo mi modo de escribir.

El tiempo de mi estancia fue un segundo
y escogí los senderos de pureza,
que es virtud que me halaga en lo profundo.

Abierto tengo el don de la nobleza,
condeno al ostentoso en este mundo
que alardea sin ser nada de grandeza.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-



domingo, 21 de noviembre de 2010

SOLO, SOLO








SOLO, SOLO

Estoy muriendo de pena
sepultado en el silencio,
que de tanta soledad
me desmorono por dentro
y mi vida grano, a grano
de noche se va volviendo.

Pero noche sin estrellas
aire, lluvia, nieve y viento,
y un abismo de penumbra
encarcela mi consuelo.

Que desconsolado vivo
solo, solo y el silencio.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-






martes, 16 de noviembre de 2010

POR DENTRO Y POR FUERA





POR DENTRO Y POR FUERA

Por dentro vivo mi vida
pero por fuera la cambio,
modo de poder vivirla.

Así por fuera y por dentro,
las dos personas que vivo
a fin de seguir viviendo.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-




EL VIENTO




EL VIENTO

“Libertad”, “Libertad”, podríamos llamar al viento.

El viento está sin cadenas,
no se puede encarcelar,
ni segarle su garganta
para que pueda callar,
libre es como las aves,
nadie lo puede cambiar.

Grande sería ser viento
para poder confesar,
todo lo que siente el alma
que a veces hay que ocultar.

Viento libre, libre viento,
qué hermosa tu libertad:
que soplas, gimes o ruges.
¡Decir puedes la verdad!

.oOo.

-Manuel Cornejo González-



.oOo.


CUANTO. . .





CUANTO. . .

Cuanto se escribe, cuantas palabras,
cuanto se oculta;
cuanto se habla,
cuantos secretos vivos se apagan.

Cuanta mentira
se le disfraza,
cuanta sonrisa sólo son lágrimas,
cuantos sollozos aguanta el alma.

Cuantas verdades. . .
ocultan callan.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-




Y TE FUISTE. . .








Y TE FUISTE. . .

Hoy te nombro y no contestas,
hoy te busco y no te encuentro,
mi pensamiento te llama
cabalgando en el recuerdo,
te fuiste una noche fría
y se te helaron tus sueños.

Te llamo de madrugada
y mi voz la arrastra el viento,
tu repuesta no percibo
porque se pierde en lo lejos,
volaste mi bien tan alta. . .
que mi voz no llega al cielo.

Doy gritos desesperados. . .
mudez, mutismo y silencio.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-








jueves, 11 de noviembre de 2010

TODO SE MUEVE IGUAL










TODO SE MUEVE IGUAL

Todos los días, brota una simiente
todos los días, se muere un amor,
todos los días, trina alegremente,
los cantos festivos de algún ruiseñor.

Nada en el mundo vive permanente,
y todo verde, pierde su verdor,
todos los día consecuentemente,
florece, vive y se muere una flor.

Todo es nítido cuando nace el día,
la noche deja su gran desazón:
y sombra se hace la luz que nos guía.

Todo evoluciona en el mismo son,
y todo giro que la tierra da,
la conduce fiel el mismo timón.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-



miércoles, 10 de noviembre de 2010

EL HURACÁN DEL TIEMPO






EL HURACÁN DEL TIEMPO

Hace tiempo que mi rostro
está surcado de arrugas
y a mis cabellos la nieve
lo tiñen con su blancura,
noto también que mis ojos
son ya cual mañanas turbias.

Y es que el huracán del tiempo
va tejiendo sus diabluras
y en sus redes de demonio
hila y hace de las suyas
y todo lo va dañando
y me viste de amargura.

Los invierno de los años
son los que tienen la culpa,
ensombreciéndolo todo
como la noche que enluta:
cortas son la primaveras
que al limpio verde les dura.

Y es que estoy envejeciendo,
piso ya selvas oscuras,
de ahí mi cambio profundo
y el poco sol que me alumbra.

Todo al fin es un concierto. . .
música triste y profunda.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-



COMO SE ESFUMAN LOS SUEÑOS





COMO SE ESFUMAN LOS SUEÑOS


Se viene y se va la vida
y la verdad no lo entiendo,
que al igual que la ganamos
de igual modo la perdemos,
llegar para despedirnos
en minúsculo de tiempo.

Tan sólo un suspiro al aire
y a la sombra del silencio,
a esa sordina de luto
tristes de los cementerios,
recinto del caminante
y descanso de los muertos.

La vida llega y concluye. . .
como concluyen los sueños.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-











martes, 9 de noviembre de 2010

UN BESO FUE SU PUÑAL




UN BESO FUE SU PUÑAL

Me dijo que me quería
y un beso me dio en señal,
qué veneno no tendría
la boca que me mentía
que me clavó su puñal.

Y herido ya de muerte voy
arrastrando mi dolor,
que más que vivo, muerto estoy
y tan sólo un cadáver soy
por creer en el amor.

Que el amor puede ser vida,
y muy feliz puede hacerte,
a mí me negó la suerte
y abierta llevo una herida
más amarga que la muerte.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-

CORRE QUE LA VIDA ES CORTA



CORRE QUE LA VIDA ES CORTA

No te llenes de fatigas,
deja la vida que corra,
que aunque parece muy larga
al final la vida es corta.

De prisa, sigue de prisa,
sácale jugo a las cosas,
deja sin respiro al llanto
y al dolor, si es que te ahoga.

Esquiva los huracanes,
no te enredes en las sombras,
busca los rincones claros.
¡ Corre, que la vida es corta !

.oOo.

-Manuel Cornejo González-





EL GRITO DEL SILENCIO


1 BLOG Rota 3 Agosto



POEMA

EL GRITO DEL SILENCIO

Nuestros hijos ya se fueron
y no se oyen sus pasos,
con sus falta nos cayó
nuestra cruz de solitarios
y así pasamos la vida
de soledad condenados

Con la añoranza en la mente
se van los días pasando,
y nos quedamos dormidos
como dos niños cansados.

Silencio por todas partes,
con la vista nos hablamos,
que sólo con la mirada
sabemos comunicarnos.

Que la palabra se ha roto
con el vaivén de los años,
y una pena amarga y lenta
nos sella ya nuestros labios.

Silencio por los rincones
de negra sombra enlutado,
los duendes de la tristeza
nos llevan ya de la mano.

Que no es triste solamente
el llegar a ser anciano,
es la maldita penumbra
que nos deja esclavizados
y esta triste soledad
que los dos solos llevamos.

Se fueron ya nuestros hijos
llenos de sueños dorados,
como nosotros hicimos
en nuestros jóvenes años,
cuando la ilusión lucía
su atuendo de abril y mayo.

Hoy ya quedamos los dos
al silencio sentenciados,
a una cárcel de recuerdos
con rejas de puro llanto.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-



.oOo.

DÉCIMAS




TOMA MI PAÑUELO

Todos hicimos lo propio, / ellos también padecieron
la soledad de nosotros.

.oOo.

No me llores más, mujer.
Anda, toma mi pañuelo. . .
no ves en mí el consuelo
para calmar tu doler.
Todo vuelve a suceder,
ellos nos han de dejar,
son mayores y han de andar
como nosotros hicimos.
¿No recuerdas que nos fuimos
viendo a los nuestros llorar?

Anda, mujer, seca el llanto
que no puedo verte triste,
ya sabes que no resiste
mi corazón el quebranto.
Y al verte que sufres tanto
lo torturas sin querer
haciéndole padecer:
demos al dolor rechazo
y en un fraternal abrazo
quede vivo nuestro ayer.

Anda, toma mi pañuelo. . .
¡Sécate el llanto, mujer!

.oOo.

-Manuel Cornejo González-



.oOo.

EL OLIVO






EL OLIVO
ASPECTO Y GENEROSIDAD

Los olivos en la noche /son causa de mi respeto,
cuando sus ramas nudosas /bailan al ritmo del viento.
.oOo.
Tienen los olivos forma de personajes dantescos,
enredados de ramajes y estructura de misterio.

Los olivos tan humanos no parecen de este reino,
con sus troncos retorcidos en líneas siempre dispuestos,
callados bajo las sombras
como leales guerreros.

Se ven en la oscuridad como momias en acecho,
bailarines de aceitunas danzando al compás del viento,
arqueando sus cinturas
con grotescos movimientos,
siendo emblema de la paz,
dan un aspecto siniestro.

Braseros de nuestro frío y para el hambre consuelo,
despensa de infortunados y abrigo de muchos cuerpos,
viejos de años y romances, clínica de los remedios.

¡bendición a los eneros!
que se recogen sus frutos
como prodigio del cielo,

Me impresiona el olivar y le otorgo mis respetos,
por su magna humanidad y amparo de nuestros pueblos:
árbol de misericordia: ¡sosiego de jornaleros!.

¡Pero le tengo temor
por su paisaje dantesco. . .!
¡¡ y su forma descarnada
de los reinos de los muertos!!.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-



.oOo.


jueves, 4 de noviembre de 2010

QUE PENA







QUE PENA

Qué pena que en primavera
estén mustios los trigales,
qué pena que las alondras
no trinen en los pinares.

Qué pena que nuestro amor
nuestra soberbia apagare,
qué pena que nuestros sueños
sólo durara un instante.

Qué pena que nuestro orgullo
quebrara nuestro romance,
qué pena que nuestra hoguera
muriera como la tarde.

Qué pena que el agua clara
las enturbien vendavales,

y todo nuestro cariño:
¡ Qué pena ! borrara el aire.

¿ Dónde está nuestro delirio ?
¿ qué quedó de nuestro amor ?
¿ dónde está nuestro delirio ?
que lleva pena hasta el río
y se muere de dolor.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-

martes, 2 de noviembre de 2010

MI ÚLTIMO MOMENTO





MI ÚLTIMO MOMENTO

Versos libres rimados.

Cual será el último poema de mi vida,
el último verso de reproche o de alabanza,
a quien le daré mi último abrazo, mi último adiós,
como será el terminar de mi última mañana.

Cual será mi última primavera,
cual será mi última flor del jardín cortada,
cual será mi último beso
dado con amor en los labios o en la cara.

A quien lesionará mi última ofensa,
a quien el último lanzazo de mi lanza,
para quien querré la fatalidad, incluso la muerte por envidia;
a quien mi última injuria más villana.

Cual será la última mano que estreche con cariño,
el último abrazo obligado que reciba de desgana,
quien será el último amigo que se pierda
antes de perderme yo de madrugada.

Cual será el último rayo de sol que me despierte
¿Será si es invierno como un viejo tronco agónico que se apaga?
¿si es verano, será el fulgor que elimine el velo
a la leve luz de la alborada?

Cual será mi última noche de lluvia,
cuando el último trino del ave en la enramada,
cual será la ultima Navidad, otro Año Nuevo,
cuando verán mis ojos la última nieve, blanqueando las acacias.

Cual será mi último recuerdo,
cual será mi última dolorosa lagrima,
quien escuchará mis últimos sollozos,
cuando se irá conmigo la vida, la luz y la esperanza.

¡Como será mi última noche!
¿Será una noche fría por las nubes enlutada?
¿Quien calentará mi último tiritar de frío?
¿y que luna acariciará la lividez de mi cara?

Quien me dará el último mensaje, el postrero adiós,
y quien la última noticia más llamativa, más grata,
quien el último poema que hable del amor
al compás del tañido soñador de una guitarra.

Quien me dirá el último verbo o adjetivo más bonito,
cual será mi último sueño que me duerma de nostalgia,
cual mi día más feliz al despertarme,
cual mi noche más azul, mas despejada.

Para quien serán mis últimas palabras de perdón,
cual mi arrepentimiento por mis conjeturas malvadas;
si en mis últimos momentos mi indulgencia olvido
perdón imploro aquí con las fuerzas de mi alma.

Cuando nunca más veré a la aurora, el último lucero,
cual será el último objeto que vean mis miradas,
cual será la causa de mi último dolor, de mi última pena
que nutrieron tanto tiempo mis desgracias.

Cuando daré mi último suspiro. . .
cuando quedarán mis poemas sin palabras.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-









Y NOS CREEMOS QUE SOMOS






Y NOS CREEMOS QUE SOMOS

De que tanto presumir / si nada en la vida vale,
hasta los ríos grandiosos / son cautivos de los mares.

La tarde ya parpadea
y se le cierran los ojos,
también se cierran los míos
de cansancio, poco a poco.

Que son muchas primaveras,
que son muchos los otoños,
que fueron muchas auroras
felices y de sollozos.

La vida se desvanece,
lo amargo y lo delicioso,
que todo, el maldito tiempo,
lo va convirtiendo en polvo.

Queremos ser sin ser nada
y nos creemos que somos
y en una puesta de sol
lo inmóvil queda en nosotros.

Somos suspiros perdidos,
somos de existencia un soplo,
un gemido vive el cuerpo
y nos creemos que somos.

El ocaso parpadea
y se arropa en su reposo,
yo me cobijo en mis sueños
y me duermo poco a poco.

Por eso como la tarde,
se van cerrando mis ojos.

.oOo.

-Manuel Cornejo González-